Las últimas reflexiones las hemos enfocado a la necesidad de conocer nuestro cerebro para mejorar los resultados en las mesas de negociación. Insisto, y tal vez en contra de lo que proponen otras escuelas, que el primer paso es el conocimiento del negociador primario, en éste caso, apreciado lector; usted. Hoy nos enfocamos en observar con un ejemplo, de los muchos que transcurren en la vida, lo importante que es aprender a negociar con nosotros mismos, antes de sentarnos con otros.
Este personaje al que me quiero referir estudió ciencias políticas, pasó gran parte de su vida ayudando a otros seres humanos para que lograran sus sueños, muchas de sus acciones fueron dirigidas para hacer felices a otros, fue todo un profesional para conquistarnos, todos aquellos que nos enteramos de su muerte no entendimos cómo una persona que representó alegría en nuestras vidas, se despedía con un cuadro de profunda tristeza.
Nos ayudo a través de la materialización artística, a quitarnos miedos y entender que se pueden conseguir caminos de bienestar mirando diferentes horizontes, nos facilitó ser creativos y confiar en la vida; nos volvió mejores negociadores con nosotros mismos, pero no consiguió ese mismo resultado para él; efectivamente estoy hablando de ese personaje que durante 30 años hizo más de 70 películas, teatro, televisión y comedia; el señor Robin Williams (R.W).
El negociador profesional, es aquel que logra hacer su primer ejercicio consigo mismo; no tengo el registro de los eventos; seminarios, talleres, cursos, conferencias o simplemente charlas que hemos llevado a cabo desde nuestra organización hablando de negociación y resolución de conflictos, donde pareciera ser que los negociadores difíciles en nuestras vidas, están fuera de nuestro pellejo, pero algunos asistentes descubren en el transcurso de la actividad, información que cambia esa percepción histórica de encontrar el enemigo fuera de él o ella.
El perfil de R.W como negociador, nos puede ayudar a entender ciertas acciones que debemos llevar a cabo en nuestras vidas como negociadores. Una persona, que gustaba de la música, la lectura, el deporte, logró más de 1.4 millones de seguidores en Twitter, un ser muy generoso, miembro de varias organizaciones comunitarias, con una creatividad maravillosa, clara muestra de ello fue los parlamentos que improvisaba en sus películas y que finalmente lo llevaron a ganar un Oscar, como mejor actor.
Cuántos tenemos una serie de regalos que la vida ofrece: profesión, prestigio, bienes y dinero, salud y/o conocimiento; de que sirven, sino no sabemos que hacer con ellos, la negociación es un momento en el que entregamos y recibimos, ese es todo el juego, pero siempre para mejorar nuestra posición anterior. RW estuvo donando alegría y felicidad, esa táctica la usamos algunos negociadores, y los resultados no siempre son los mejores. Reflexione si usted contribuye con otros a costa de su bienestar, de ser así recuerde que son imágenes desde el cerebro y este puede cambiar, por lo tanto nosotros también. Hasta la próxima
