El título del artículo podría asociarse a una banda musical o a los gritos que esgrime una persona cuando quiere hacer sentir la fuerza femenina en una batalla de géneros. Yo quiero incorporarlo para reflexionar sobre el cambio de paradigma que impulsan nuestras sociedades encarnado en las mujeres y que para muchos puede pasar desapercibido.
Mi primera mirada sobre los cambios en la participación y acción femenina lo he observado hace algunos semestres en las universidades, donde las fotos y los mosaicos ya no están demarcados por barba y pantalones largos, ahora la falda, el cabello bien arreglado y largo, las sonrisas y el carisma de la mujer están presentes. Las jóvenes escalaron para hacer su aparición y decir, aquí existimos, nosotras también pensamos, somos cerebrales y asumimos el reto de la globalidad y la exigencia académica.
La grata sorpresa no es local, es universal; hagamos un rápido repaso para colocar en la retina a varias mandatarias a nivel mundial que hoy rigen los destinos de países como Alemania, no hablamos de cualquier economía, este es uno de los países que sostiene el modelo de la Unión Europea, en nuestra región son varios los casos, desde la economía más pujante en los últimos años, Chile, que se da el lujo de repetir con Bachelet, Argentina, Costa Rica o la misma Vicepresidenta Baldetti, son clara muestra que en el campo político ya no esta vedada la entrada a la mujer.
Si repasamos las organizaciones privadas, encontramos que muchas empresas han decido iniciar un proceso de cambio incorporando colaboradoras femeninas en toda la estructura organizacional, la mujer dejó de ser: secretaria, recepcionista o asistente y ahora ocupa cargos técnicos, directivos, gerenciales y presidenciales, inclusive algunas empresas incorporan claras políticas de preferencia hacia la mujer por los resultados que ofrecen en el compromiso, dedicatoria y disciplina.
Mi vida ha estado rodeada de mujeres, mi padre murió cuando estaba muy pequeño y a partir de ese momento mi señora madre tomo los dos papeles, luego mi hermosa esposa y mis enternecedoras hijas, todas mujeres. Puede que mi propia experiencia me lleve a la conclusión de que las mujeres tienen un componente muy especial dentro de la estirpe humana o como dice un amigo, son una raza diferente, la verdad para ellas mi respeto, han pagado un precio muy alto para demostrar todo lo que aportan al mundo y están transformando el paradigma del mundo machista.
Mi reflexión final es avivar a la mujer para que sea ella misma, que no adopte estereotipos masculinos, que podrían debilitar su fuerza y su esencia.
Hasta la próxima.
Foto de Propiedad de Revista Amiga. Prensa Libre
Comparte esto:
Artículos Similares:
In Category : RYBS en Acción
