Cada uno de nosotros recibe ciertos ingresos, existiendo personas que recogen cuantitativamente similares montos mensuales, la diferencia está en que unos nos debemos esforzar más para conseguir lo mismo, ¿qué sucede, qué hay detrás de cada cantidad de dinero que el mercado nos proporciona?
Hay empresarios que hemos aprendido a integrar el ser millonario y rico. Todos llegamos al mundo como millonarios, contrario con los que dicen que nacemos pobres, la vida nos entrega un bono personal e intrasferible de 100 mil millones de neuronas, para conseguir todo lo que se quiera, algunos las usamos óptimamente y otros ni nos enteramos que tenemos saldo a favor.
Esta cuenta esta disponible prácticamente toda la vida, la podemos aumentar, a través de una serie de movimientos, recordemos que el aprendizaje no se da, si no hay algún tipo de movimiento, en el caso del cerebro, le facilita renovarse, actualizarse y no admitir sobregiros o déficit.
Quienes queremos y deseamos más dinero, y lo coloco selectivo, pues no todos lo persiguen, usamos nuestra cuenta inicial y con ella producimos, valores agregados para productos y servicios, ideas, nuevos conceptos, pensamientos, aquello que transforma el mundo y nuestras vidas, la creatividad es un bien que hoy en día en los negocios tiene valor incalculable, y viene en nuestra cuenta millonaria (neuronas).
Examinemos tres detalles para que usted se pueda diagnosticar, por ejemplo: ¿es usted adicto a la preocupación, la tecnología maravillosa lo tiene como un ser dependiente o el dinero lo mantiene tan pobre que no se ha enterado que la vida incluye un concepto que se llama calidad?
Son algunos de los temas que hoy cobijan nuestro día a día y permiten reflexionar sobre cuánto cuesta colocar un quetzal en nuestra bolsa sin que usted tenga que pagar más por lo que éste representa. Podemos explicarlo de la siguiente manera, la preocupación; usted le quiere llamar estrés, correctamente sería distrés, es cuando estamos sujetos a acabar con millones de neuronas y por supuesto ser pobres. La pobreza comienza dentro y depende de cómo usemos nuestro saldo inicial.
Las empresas inteligentes han entendido que mientras no sepan utilizan las neuronas de sus colaboradores, competir será muy difícil y desgastante. No desean ejecutivos ansiosos y nerviosos todo el tiempo, saben que estar en esa instancia no produce ideas útiles y enseñan que estar preocupado es normal, siempre y cuando sea pasajero y bien diagnosticado para tomar decisiones, eso permite tener control del sistema. Pregúntese, ¿usted está preocupado por cosas sobre las que no tiene control? Si es así probablemente esta pagando demasiado por el ingreso que viene recibiendo.
El segundo aspecto es la tecnología, una herramienta maravillosa, siempre y cuando aprendamos a utilizarla. ¿Tiene algún sentido estar encadenado 24 horas a un teléfono o una computadora? Cuidado, puede que algo que llego para ayudar, nos esté lapidando lentamente, con una partida de defunción segura. En la próxima continuamos.