Los acontecimientos cotidianos son múltiples y la forma de observarlos y discernir sobre los mismos constituye una cualidad y habilidad del ser humano para aprender a enfocarse en los sucesos característicos de utilidad, en aquellas zonas donde una acción puede influir en un cambio del destino personal, grupal o social.
Sin lugar a dudas que en estos días las noticias del norte del país son lamentables y aterradoras, deplorables en todo sentido, pero es muy importante entender que esos hechos oscuros no son los cotidianos, son noches de penumbra en nuestra patria, a las que debemos sobreponernos. La noche sigue al día y no al contrario.
En la oficina, fabrica o negocio ocurren alguna veces, eventos que no deseamos, pero que cuando aparecen debemos colocar toda nuestra energía para procesarlos y aprender del mensaje que cada evento trae a nuestras vidas. Cuando las noticias y acontecimientos constituyen para usted solamente desastre y caos, muy probablemente vive en una constante confusión y esa carga emocional tiene un costo, usted no ha entendido que la noche sigue al día.
Si se anima a creer que la noche sigue al día, su enfoque a partir de ahora será revisar los periódicos y escuchar las noticias para informase de los acontecimientos, incluyendo los dolorosos, pero su enfoque no debe ser allí, su orientación debe ir dirigida a la noticia que motiva, anima y despierta el deseo de vivir, aquello que atienda sus intereses y no al contrario. Nuestra principal responsabilidad es mejorar nuestra calidad de vida y la de los que conviven a nuestro lado.
Aquellos ejecutivos que no comprenden que es el día el gestor de la noche, reciben el alba alimentándose de noticias que tienen una alto costo para la vida emocional, a esos ejecutivos los atrapa la noche sin resolver lo importante y por eso su confusión, cuando entienden que la luz ilumina las mejores decisiones se vuelven ejecutivos de éxito, por una sencilla razón; saben donde enfocarse y no distraen su cerebro con las sombras del amanecer.
Es el día el que ilumina autorizando a la noche para que invada por un tiempo su espacio, la luz es la energía vital, el día es movimiento, empuje firmeza, es en el día que se recrean nuestras capacidades intelectuales, entre ellas, la voluntad de convertir nuestra empresa y país en un día con luz, donde el enfoque sea la claridad y no la penumbra.
Por estos días escucho que el tema central de las conversaciones son los eventos negativos, el ejecutivo de ventas que entiende que la noche sigue al día, y no al contrario, a partir de ahora no encauzará sus pláticas y preventas a enfatizar lo que afecta el estado emocional de su comprador, saltará rápidamente a otras notas que ponen a vibrar la energía hacia lo positivo y relevante, donde existe el sentido de la vida, demostrando con nuestras acciones que la noche sigue al día y no al contrario.