Magnifico día para una reflexión a todos aquellos que la vida nos ha dado el privilegio de ser padres. Hoy celebramos el día de este personaje que la historia muestra en diferentes facetas y empaques, pero con el mismo sello. Ser padre implica el cumplimiento de algunas funciones que a mi criterio deben marcar la verdadera esencia para decir, feliz día padre.
Muchos nos acreditamos con un carnet que no gestionamos, portamos una licencia y ejercemos una función de carácter eterno, desconociendo gran parte de nuestros impactos en aquellos a los que convertimos en hij@s, pues muchos de ell@s no nos han convertido aún en padres. Lo interesante es que tramitamos y nos autorizamos nosotros mismos y ello nos puede hacer ignorantes de dicha función, definitiva y estratégica para el destino humano.
Algunos tomamos la figura de gerentes y en verdad que la obedecemos, somos cumplidores con los compromisos financieros, le facilitamos a nuestros hij@s que puedan alimentarse y tener uno que otro bien material. Algunos respiramos una vez logramos cubrir las cuentas del mes, generalmente una respiración superficial, pues el siguiente mes la agitación regresa.
Aquellos padres que han entendido que su función gerencial es importante, pero complementaria, se animan a combinar una misión de padre/gerente, entendiendo que una vez toma la decisión de portar un título de padre, asume responsabilidades que debe honrar para acreditarse como tal, si realmente quiere que le celebren éste día pregunte a sus hij@s ¿a qué obsequio tiene derecho o que merece?
No se considere un buen padre al celebrar con lo barato de un bien material, que puede tener un precio económico elevado, rompa las conveniencias y ritos terrenales, ser padre es un ejercicio universal. Si éste año quiere una verdadera celebración reflexione sobre las limosnas que se entregan para cumplir y congraciarse con el gerente, pero sin reconocer al padre, recordemos que es el día de este último y no del contribuyente monetario.
Si es usted un gerente de familia y quiere despojarse de esa traje tan limitado y materialista, asuma su responsabilidad como padre y anímese a preguntar por los verdaderos legados, aquellos que no se destruyen, que permanecen, que tienen un precio inmensurable, son propios, únicos, mágicos y no se pueden comprar, pero si conceder.
Les animo a preguntarle a sus hij@s lo que yo hoy les pido a mis soles: ¿Con qué me quieren celebrar? No quiero que salgan al comercial para traer algo que no fabricaron ustedes, quiero la sinceridad de su corazón, su confianza y una mirada de aceptación para entender que muchas de mis acciones tienen la finalidad del amor, y que si así no se deduce, me den el mejor regalo, su comprensión y valentía para enseñarme y graduarme como tal. Son ustedes hijas las que me examinan y otorgan la licencia para decir que puedo ejercer.
A ti padre, dónde te encuentres Feliz día del padre
Magnifico día para una reflexión a todos aquellos que la vida nos ha dado el privilegio de ser padres. Hoy celebramos el día de este personaje que la historia muestra en diferentes facetas y empaques, pero con el mismo sello. Ser padre implica el cumplimiento de algunas funciones que a mi criterio deben marcar la verdadera esencia para decir, feliz día padre.
Muchos nos acreditamos con un carnet que no gestionamos, portamos una licencia y ejercemos una función de carácter eterno, desconociendo gran parte de nuestros impactos en aquellos a los que convertimos en hij@s, pues muchos de ell@s no nos han convertido aún en padres. Lo interesante es que tramitamos y nos autorizamos nosotros mismos y ello nos puede hacer ignorantes de dicha función, definitiva y estratégica para el destino humano.
Algunos tomamos la figura de gerentes y en verdad que la obedecemos, somos cumplidores con los compromisos financieros, le facilitamos a nuestros hij@s que puedan alimentarse y tener uno que otro bien material. Algunos respiramos una vez logramos cubrir las cuentas del mes, generalmente una respiración superficial, pues el siguiente mes la agitación regresa.
Aquellos padres que han entendido que su función gerencial es importante, pero complementaria, se animan a combinar una misión de padre/gerente, entendiendo que una vez toma la decisión de portar un título de padre, asume responsabilidades que debe honrar para acreditarse como tal, si realmente quiere que le celebren éste día pregunte a sus hij@s ¿a qué obsequio tiene derecho o que merece?
No se considere un buen padre al celebrar con lo barato de un bien material, que puede tener un precio económico elevado, rompa las conveniencias y ritos terrenales, ser padre es un ejercicio universal. Si éste año quiere una verdadera celebración reflexione sobre las limosnas que se entregan para cumplir y congraciarse con el gerente, pero sin reconocer al padre, recordemos que es el día de este último y no del contribuyente monetario.
Si es usted un gerente de familia y quiere despojarse de esa traje tan limitado y materialista, asuma su responsabilidad como padre y anímese a preguntar por los verdaderos legados, aquellos que no se destruyen, que permanecen, que tienen un precio inmensurable, son propios, únicos, mágicos y no se pueden comprar, pero si conceder.
Les animo a preguntarle a sus hij@s lo que yo hoy les pido a mis soles: ¿Con qué me quieren celebrar? No quiero que salgan al comercial para traer algo que no fabricaron ustedes, quiero la sinceridad de su corazón, su confianza y una mirada de aceptación para entender que muchas de mis acciones tienen la finalidad del amor, y que si así no se deduce, me den el mejor regalo, su comprensión y valentía para enseñarme y graduarme como tal. Son ustedes hijas las que me examinan y otorgan la licencia para decir que puedo ejercer.
A ti padre, dónde te encuentres Feliz día del padre
