Bienvenido, si conoce el número de la extensión márquela ahora; luego valiosos segundos para escuchar números de departamentos, áreas y secciones hasta llegar a una frase que parece aliviar la prisa que se tiene cuando llamamos o nos comunicamos con una organización, aquélla que dice: ¿Si desea ser atendido por una operadora? Espere en línea…
Y ahí estamos en línea, lo que no sabemos es cuántos están en la misma condición, algunos antes que nosotros, y
efectivamente nos dejan en la línea, nos sentimos imposibilitados, con una bocanada de palabras y frases que debes tararearlas con una música que acompasa el tiempo que parece no escuchan los dueños del invento tecnológico.
Parece que los empresarios amantes de este tipo de servicio telefónico totalmente deshumanizados, anti servicio, poco
inteligentes, insultando la propia tecnología y contraproducentes para la conquista del cliente, están acabando con lo poco que hemos avanzado en el tema. Con estos sistemas, servicio no es ni siquiera esa frase que dice “de dientes para afuera” Pues aquí ni los dientes aparecen.
Recordemos que servicio es lo que los clientes perciben que éste es y no lo que usted piensa que es, la gran mayoría de los clientes pensamos mal de dichos sistemas, recordemos señores empresarios que el servicio hoy en día se mide en gran parte por la capacidad de respuesta, pero muchos hemos decidido “ahorrarnos una recepcionista y desaparecer unos cuantos clientes” todo gracias a las maquinitas. Y no conozco el número para marcarlo ahora y decirle que por cada recurso que usted ahorra cuantos clientes pierde.
Entendamos y rompamos el paradigma de que servicio es una gasto, al que no se le mira rentabilidad por ninguna parte, no necesario y además impracticable; pasemos a comprender que usted puede perder una venta, pero no un cliente y que lo que realiza un buen sistema de atención telefónica es escuchar, servir y retener clientes que amamos ser atendidos por una voz natural, amable, sin programación y con ideas hacia la resolución de los problemas o situaciones que nos aquejan.
Si el empresario entendiera que un contacto a través de la vía telefónica es más que recibir una llamada, pudiera incrementar su volumen de clientes, es una de las razones que muchas compañías hoy en día solicitan a sus ejecutivos de cierto rango que atiendan ellos mismo el teléfono, ellos entendieron que eso no es solo servicio es relación y cuando ésta se acrecienta, surge la confianza, y luego la credibilidad; en esas condiciones los negocios tienes más y mejores clientes.
Señor empresario, ahora que usted reflexionó marque el número y pida en su empresa que humanicen el servicio que quiere relaciones con el cliente, no máquinas expendedoras de mensajes fríos, con música de retirada.