Por estos días un líder de una de las organizaciones más poderosas del mundo, por la cantidad de seguidores, por historia y estructura organizacional lanza una reforma total para su institución, desde cambiar su propio rol, fomentar una toma de decisiones colegiadas, entendida como de mayor debate y menos jerarquizadas, para dar prioridad a sus usuarios, la razón de ser institucional.
Hablamos de la reforma que propone el Papa Francisco y que tiene en su haber una serie de coincidencias con nuestras propias empresas, parto del hecho al señalar que me gusta cuando un líder hace planteamientos de cambio, que incluyen la posibilidad de entenderlo y practicarlo, introduciéndose él mismo dentro del proceso.
Muchos líderes les encanta hablar y proponer grandes cambios de sus empresas y corporaciones, siempre y cuando ellos no sean tocados ni afectados sus intereses. Debo confesar que en muchas ocasiones una vez hechos los estudios y diagnósticos serios y específicos, parte del cambio implica una reorganización a nivel de los altos cargos de la estructura. En ese momento es cuando un líder demuestra su compromiso real con la empresa.
Hoy la lucha por permanecer en los primeros lugares no es de grandes y chicos o de rápidos y lentos, hoy nuestra empresa debe ser grande en excelencia y rápida en toma de decisiones para que la ejecución gane la batalla, la era del conocimiento ya no genera el poder de hace algún tiempo, se esta demostrando que el poder está en ser un buen hacedor y para ello debemos incorporar cambios e integrar gente que no le tenga miedo a pensar, expresar y actuar.
El Papa propone descentralizar la iglesia y no veo otra forma de operar nuestros negocios si no es con esa estrategia, descentralizar es soltar, dar, transferir y en ese paso necesitamos confiar, los empresarios sabemos que cuando confiamos en nuestra gente la velocidad aumenta y eso nos convierte en instituciones rápidas que ganamos mercados con menos esfuerzo y más contundencia.
El Papa no le ha tenido miedo a despedir a aquellos en los que no confía, ¿será que nosotros estamos preparados para hacer lo mismo? Puede que aumentemos la cifras de desempleo, pero les aseguro que ganaremos en poder interno y en creencia, además se duerme más tranquilo. Eso necesita la iglesia, hacer que sus seguidores sigan confiando y los que se retiraron vuelvan a confiar.
Francisco habla de innovación, ¿cuánto tiempo llevamos escribiendo y hablando del tema? Similar a lo que ocurrió con Centroamérica hablando de integración y los europeos vinieron conocieron las ideas y lo hicieron, nosotros seguimos repensando el tema. El poder no esta en saber, está en hacer, los motores de búsqueda le quitaron ese dádiva a los que pensaban que eran dueños de la información
Si se anima a proponer los cambios que requiere su empresa, entienda que la esencia será llevarlos a cabo, no conseguir un estudio de diagnóstico. Hasta la próxima.
