¿Es usted de las personas que llega tarde a sus compromisos? Se le ha vuelto normal y casi inconsciente el hecho que las ocho, son las ocho y para usted, 15 o 20 minutos después de la hora son parte de su realidad.
Aún más, es usted de aquellos que acuerdan un compromiso, y no llegan, no piden disculpas e inventan cualquier excusa: por ejemplo, “pero si no confirmamos, no recuerdo, ¿quedamos en eso? O incluso se inventa accidentes, emergencias y muchas veces ha sido capaz de matar a un amigo o un familiar como parte del rito del incumplimiento. Incluso es usted de aquellos que siguen echándole la culpa al tráfico, de su incompetencia, esa excusa es demasiado popular, poco creativa y molesta.
Les cuento que todos los seres humanos tenemos algo que hacer, productivo o no, ese es tema de otra conversación, lo importante aquí es que usted debe aprender a respetar las 24 horas del reloj, y en especial del reloj de las personas con las que se relaciona, a las cuales les funciona esa variable, llamada, tiempo. Los que cumplen.
La característica de éste tipo de personas es una lista de pendientes creciente, inmersos en su rutina, de poca valoración a un recurso escaso, tal vez de los más escasos, pero ellos no saben apreciar lo costoso que significa perderlo, no saben que ese nunca se recupera, no existe en nuestra vida, una forma de echar el tiempo hacía atrás.
La semana anterior nos encontrábamos finalizando un programa para una compañía multinacional y el presidente de la organización llegaría a dar su palabras de agradecimiento y aliento al grupo gerencial para seguir adelante, una sesión convocada a las 8 de la mañana, a esa hora teníamos el 40% de los gerentes, el evento inició 20 minutos después. La pregunta es ¿Cuánto valen esos 20 minutos? No solo en dinero, en falta de respeto, en cultura corporativa, en credibilidad del propio grupo.
- Es necesario tomar consciencia de lo importante y definitivo que es el manejo adecuado y responsable del tiempo, saber que el incumplimiento termina apartándote del éxito, que la única fuente de aprendizaje cuando eres incumplido(a) es la marginación, terminas solo, apartado y haciendo grupo con aquellos de poca trascendencia en la vida, personal y de los demás.
- Fijarse objetivos personales, te ayuda a valorar tu propio tiempo, dedicarte a las acciones grandes que marcan y demarcan tu vida, lo que te hace feliz, lo que te realiza. Quien no tiene sueños y metas, difícilmente valora el tiempo, por ello cuidado con los incumplidos.
- Trabaja y ten presente tus propias metas, tu destino, muchas personas pasamos la vida trabajando para los demás, es necesario que establezcamos nuestras visiones, y dediquemos tiempo a llevarlas a la realidad, eso nos hce más conscientes del valor del tiempo.
- Lleva tu agenda o guía de actividades, enumera, ordena y prioriza tus compromisos, no te comprometas a estar en dos lugares a la vez, excepto que tengas el don de la ubicuidad. Aprende a decir no, cuando tienes que decirlo, no te comprometas con algo que sabes no cumplirás y deja siempre un rango de tiempo entre un compromiso y otro, por salud y por prevención.
- La priorización implica que primero en tu día estará lo importante, lo que marca tus resultados, los grandes proyectos, lo que al finalizar el día te da la sensación que el día fue provechoso, no te dedique a hacer muchas cositas, que al evaluar te dejan la idea que no haces nada.
- Integra personas a tu vida, has equipos de acción, delega actividades que otros pueden hacer, tus hijos, pareja, amigos, brinda oportunidades, muchos de nosotros somos hijos de una oportunidad que alguien nos dió, y con ello contribuyes a optimizar el manejo de tu tiempo.
- Enfocarse en la guía o agenda y seguirla, de las cosas más difíciles les evitar desviaciones, como el chat, la conversación en el café, el teléfono, etc. Es necesario seguir las actividades definidas y no perderse en el mundo de lo pequeño, del distractor cotidiano.
- Comprométete contigo mismo, el manejo del tiempo es una acción personal, para tu propio bienestar, define tus horarios más productivos, algunas personas somos madrugadoras, pero otras son nocturnas, si sabes eso aprovecha esos momentos para hacer tus proyectos que marcarán tu vida.
- Comienza y termina lo más grande, difícil o complicado. Por lo general tratamos de hacer lo más sencillo a primera hora, y la idea es dedicar el tiempo más lucido, o el primero a realizar lo más complejo, luego podemos disfrutar el resto del día o la noche.
- Apuéstale al orden, trata de incorporar un poco de esa variable a tu vida, no escribas en papelitos, no pienses que la cabeza te da para todo, usa tu agenda, y clasifica tus compromisos, eso te evitará incumplimientos. Revisa tu maleta, cartera, escritorio, habitación y sabrás que tan ordenado eres.
- Pongamos al servicio la tecnología, existen formatos, ayudas, agendas prediseñadas que hacen más fácil, agradable y efectivo el control de nuestras agendas, incluso con alertas, programas de reconocimiento de voz, etc., que ayudan y facilitan el ser efectivos con el manejo del tiempo.
- Existe en el manejo del tiempo un elemento que parece no se relaciona con el mismo, pero que debemos dedicarle tiempo a ese tiempo, son aquellas cosas que hemos dejado para después, que traemos atadas a la vida, y no hemos resulto, por físico miedo, a las que hemos puesto freno y las llevamos sin resolver. La idea es no huir de nuestros compromisos, esa conversación pendiente, ese asunto por arreglar, ese proyecto bajo mi responsabilidad, o el simple hecho de haber soñado con algo y haberlo dejado ahí, solo en sueño, eso también hace parte del buen uso y manejo del tiempo
- Animarse a entender que la administración eficiente del tiempo es definitiva en la vida de los seres humanos, en especial de aquellos que desean ser exitosos, que viven una vida con sentido, que son reconocidos y marcan huellas en el destino de otros, pero en esencia porque se aprenden a apreciar así mismos y se reconocen como seres naturales y consecuentes con lo que la vida no da, poco y escaso tiempo para vivir, pero vivirlo al máximo.
