Apreciados lectores y empresarios, el mejor de los años para todos, claro que usted puede decir; esa frase no es suficiente y tiene razón, es un simple deseo, un pensamiento que necesita ser acompañado de acciones para convertirlo en realidad, en aquello que deseamos ocurra en nosotros y en la organización que dirigimos.
Cuales son nuestras principales preocupaciones por estos días en los que debemos establecer las herramientas con las que enfrentaremos la competencia y aliviar las dificultades por las que atravesamos en el período anterior, me permito señalar algunas: planilla del IVA, incremento del salario mínimo, preparativos para convenciones de ventas, precio de la gasolina, por no hablar de los temas políticos.
La pregunta es ¿Y en qué contribuyen esas preocupaciones a nuestros retos como responsables de la gestión en la empresa para el 2011? Son estos y otros temas de poca trascendencia los que ocupan nuestras agendas, saben por qué, porque las gerencias y direcciones hace mucho tiempo decidimos bajar un escalón y dedicarnos más a la ejecución, al día/día, dejando huérfano nuestro principal compromiso: la visión y la estrategia.
En otras oportunidades he señalado algunos de los principales problemas que atraviesa el empresariado en la región, hoy los sintetizo: problemas de comunicación, división por lucha entre departamentos, elevado desgaste y estrés en la gente, lo que conlleva problemas familiares, regular servicio al cliente interno como externo, y por supuesto dificultad para conseguir los resultados, todo adornado con una sonrisa entre dientes, que le pone flores a la tumba del modelo administrativo, que delata una elevada desconfianza.
De seguir así, cada vez se incrementarán las noticias que señalan el desplazamiento de la riqueza de una región a otra, China, India, Rusia, y en nuestra región pocas perspectivas de largo alcance, necesitamos re-evolucionar el modelo de gestión actual que nos impide hablar de un siglo XXI latino, por ello propongo abiertamente una herramienta que podemos y tenemos a nuestro alcance para hacer frente a las nuevas empresas retadoras, es lo que he dado en llamar EL COMUNAZGO, más allá del liderazgo.
Respuesta contundente y de largo plazo para la autogestión, para darle salud a toda la organización, no sigamos dependiendo de lo que Taylor y Fayol establecieron, el sistema capataz, supervisor, director y gerente ha terminado como modelo a seguir, es pobre, desalentador, rígido y desgastante, muy costoso para un mundo global, de ciencia, información y conocimiento.
COMUNAZGO, analiza competencias y compromisos de cada colaborador, establece un programa que mejore áreas de especialización o competencias; y determina, quienes quieren y sienten pasión por lo que hacen, si encuentra gente sin compromiso los invita a retirarse e inician el trabajo con grupos que aspiran a ser equipos. Con colaboradores competentes y comprometidos, no hacen faltan supervisores o jefes, ahí comienza el comunazgo. En la próxima columna detallará la propuesta.
