Aún encuentro empresarios que solicitan a los departamentos de Recursos Humanos contratar personal con énfasis en el trabajo manual, físico, aquel trabajador que sabe ordenar, imponer, obligar; donde su gente tiene poco entendimiento de porqué hace lo que hace, donde el miedo y el castigo es el principal aliciente.
Para éste grupo de personas el método de conseguir la meta o el resultado es su objetivo, no importa cómo, la gente esté después de la producción, su principal actividad es hacer sentir que tiene el poder, el bastón de mando, por ello controla todo y su enfoque esta en encontrar el error, donde hay equivocaciones emerge.
Es un grupo que sobrevive en la era del conocimiento, no por ellos mismos, por la ley del mercado, mientras existan empresarios que animen y estimulen la demanda de este tipo de trabajadores, ellos seguirán pululando en las empresas y retardando la transformación de esas organizaciones…
Gran parte de la actividad de capacitación, formación y consultoría que hoy en día se brinda en las empresas, lo único que trata de hacer es poner en evidencia lo dañino que es este grupo de técnicos y expertos en chicote y cincho, con el cual castigan y se hacen respetar, pues no saben conseguir resultados con otros métodos.
Señores empresarios la figura del supervisor capataz, es común, y algunos podrán decir arraigada a la cultura, pero ya no es efectiva, es costosa y profundamente desventajosa y perniciosa, se va quedando y el ser humano se va acostumbrando unos a ejercerla y otros a aceptarla. Si usted esta en éste grupo revise sus resultados son pobres y de corto plazo.
A muchos les gusta que les digan jefes, usted?? los puede distinguir por su mirada punzante, estilo águila, espalda grande, desproporcionada con el resto del cuerpo, caminar lento o desesperado, pero nunca normal, equilibrado, manos con posición de puño, cerradas y en alerta para castigar, en algunos casos con algo en la mano, para entretener su propios miedos e inseguridades, convirtiéndolo en el peor obstáculo para el desempeño de la gente.
Cuando hablo de chicote, cincho o puño cerrado, estoy haciendo alusión a los instrumentos que éste trabajador usa desde lo Psicológico, la intimidación, el ultimátum y la desconfianza rondan estos grupos, la autoridad se adquiere por el cargo, por la rigidez en las relaciones, el escarmiento, los correctivos, la sanción y finalmente la inhabilitación.
Recordemos que cuando hablamos de organizaciones nos referimos también a las familias, y los métodos expuestos hacen parte de ese tipo de técnicas que aplicamos a nuestros hijos y parejas, luego lo trasladamos a las empresas.
Las organizaciones con mirada futurista centran su interacción en la confianza, el dialogo, el tratamiento de sus diferencias, la negociación, la construcción de equipos. Lo individual ya no es lo substancial, por ello los trabajadores que enfocan su acción en generar miedo en aquellos que dirigen están en plena desbandada. Cuidado.